El nombre de Cícladas, nos recuerda que el
archipiélago forma un anillo alrededor de la pequeña isla de Delos. La isla
donde se prohibió nacer y morir y que conserva las míticas ruinas del culto de
Apolo.
En el siglo VII a.C. se reunían los jonios de las
islas de Asia Menor para participar en las manifestaciones religiosas.
Delos está a media hora en barco desde Mykonos. Cuando
estás llegando hacia el puerto de esta pequeña y árida isla los delfines te dan
la bienvenida saltando desde las cristalinas y azules aguas del Egeo.
Antiguamente hasta este puerto llegaban barcos
cargados de bueyes para las hecatombes, las fiestas que se celebraban cada
cuatro años en mayo.
Desde el puerto se dirigían hacia el santuario donde
se inmolaba a las víctimas, bailaban danzas sagradas dedicadas a la diosa Leto delante
del altar de Apolo y acababan con una representación teatral y un gran
banquete.
Si nos sumergiéramos bajo la isla veríamos que Delos
está sujeta con unas cadenas de zafiros puestas por Zeus para sujetarla al
fondo del mar, que según el mito dice que son diamantes.
Según la mitología griega, cuando Leto quedó
embrazada de Zeus, el dios del Olimpo, fue desterrada por la celosa Hera y le
prohibió a la diosa comadrona que la ayudase en el parto. Leto, errante y con
dolores de parto aseguro que, si la isla dejaba de ir a la deriva, la convertiría
en un lugar sagrado.
Leto se extendió sobre la isla y mirando hacia el
monte sagrado de Cintos y dio a luz a Apolo, al más bello de los inmortales y a
su melliza Artemisa.
A raíz de esta creencia, esta isla se convirtió en
uno de los santuarios más importantes de la antigüedad y lugar de culto al dios
Apolo.
Fue sometida al rito de la purificación y se
prohibió nacer y morir en la isla. Los atenienses ordenaron vaciar las tumbas y
que las mujeres embarazadas y los moribundos fueran trasladados a la vecina
isla de Renea.
Delos, también conocida como isla de las liebres, es
tierra sagrada, uno de los más famosos lugares arqueológicos de Grecia y
Patrimonio Mundial de la Unesco.
Es la ciudad antigua mejor conservada.
Fue un floreciente centro comercial con una gran
población y actualmente no vive nadie e incluso está prohibido dormir en la
isla.
El teatro al aire libre reunía a cinco mil
espectadores, sus ruinas romanas y griegas, casas, templos, baños, patios y la
avenida de los leones te harán sentir la importante vida que se vivió en Delos.
Hay que admirar la Casa de las Máscaras y la Casa de
los Delfines con bellos mosaicos y muy bien conservados.
Para tener unas vistas panorámicas hay que subir al
monte Kynthos. Verás las numerosas islas que crean el círculo alrededor de
Delos.
Un círculo al que llamamos las Cícladas y en el
centro está Delos, pequeña y mágica.
www.chikvacaciones.com
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