Obernai está situada en el
corazón de Europa, en el Bajo Rin.
Es la segunda ciudad más visitada de Alsacia
por su encanto, su historia vinculada a la Abadía de Santa Odile y la tranquilad
que te ofrece al pasear por sus calles llenas de casas de madera pintorescas y
balcones repletos de flores que te dan la bienvenida.
Está considerada como
una de las ciudades más bonitas de Francia.
Los amantes de la
buena comida y el buen vino acuden a esta parte de Alsacia por encontrarse en
la famosa
Ruta del Vino de Alsacia y por sus muchos restaurantes que tienen la
codiciada estrella Michelin.
En toda la ciudad se
respira la historia y la vida de Santa Odile, patrona de Alsacia.
Su padre, el Duque de
Alsacia arrepentido de perseguir y prohibir la vida religiosa de su hija, le
donó el monte que lleva su nombre y donde se construyó un centro religioso, uno
de los más visitados de Alsacia.
En la antigüedad fue
una ciudad fortificada con cuarenta torres, cuatro puertas de entrada y un doble foso, que la hacían inalcanzable
para los invasores.
La Guerra de los treinta años la destruyó casi por
completo.
En la actualidad
contemplamos los restos de sus murallas que rodean el casco antiguo.
En el centro está la
plaza del Mercado, la más atractiva de Obernai y en cuyo centro verás la fuente
de Santa Odile, está rodeada de bellas edificaciones.
Desde principios del
siglo XIV tiene lugar el famoso mercado de los jueves.
El Ayuntamiento, uno
de los edificios más bonitos y de estilo gótico, destaca la preciosa galería de
piedra.
Cerca de esta plaza
podemos ver otro edificio renacentista, el Mercado de Trigo donde se ubicaban
las antiguas carnicerías.
La iglesia de San
Pedro y San Pablo, destaca por sus grandes dimensiones y por las preciosas
vidrieras del siglo XV.
No podemos dejar de
ver un bonito carrusel de época que adorna la bonita Plaza Etoille o Plaza de
la Estrella.
Alsacia, tierra de
tradiciones y gastronomía en el corazón de Europa.
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