Escápate un fin de semana que te valdrá la pena para visitar esta ciudad rodeada de encanto, belleza y cómo no!... de agua. Venecia es conocida como la ciudad más romántica del mundo.
¿Quién no ha deseado que le prometan amor eterno en una góndola?, ¿mantener el equilibrio cuando subes y no caer al agua? O… simplemente, ¿pasear en ella?
Las
góndolas, que durante siglos fue el medio de transporte de muchos venecianos,
se han multiplicado y las verás por todas partes. Muchas van decoradas con
flores, sillones dorados y tapicerías de color rojo o azul, que es más señorial
y hasta hacen concursos para saber cuál es la más bonita.
Puede que el gondolero, que lleva la típica
camiseta a rayas te cante una canción o que de su preparada góndola a los
tiempos actuales, haga sonar música romántica en estéreo.
Navegar por
los canales, pasando por debajo de los puentes, por las callecitas estrellas y
por el Gran Canal, que es donde se encuentra el famoso Puente de Rialto, es
algo mágico y placentero.
También, puedes
pasear tranquilamente por la ciudad cruzando sus calles por pequeños puentes.
Uno de ellos, quizás poco llamativo, era el elegido para las peleas de las
bandas rivales de las familias Nicolotti y Castellani, el “Ponte dei Pugni” (el
puente del puño).
Estas
peleas duraron muchos años pero se prohibieron por su extremada violencia. Aún
se pueden ver las marcas en el suelo que indican donde tenían que colocarse los
rivales que tras la pelea, los perdedores eran lanzados al canal.
Venecia la bella, solo tiene una plaza, la magnífica Plaza de
San Marcos. Podrás admirar la Basílica que lleva su nombre, el Campanario y el
Palacio Ducal, que cambia de color según la luz del día.
Cerca del Palacio está el famoso Puente de los Suspiros,
seguro que te haces una foto delante de él.
Muchos creen que es el puente de
los enamorados, pero se le llama así, de los suspiros, porque los prisioneros
pasaban por el puente tras ser condenados hacia los calabozos del Palacio
Ducal.
Si te fijas, tiene unas ventanitas con celosía abierta desde donde
miraban y suspiraban viendo por última vez la ciudad.
Vayas por
donde vayas está plagada de puestos callejeros que te ofrecen miles de
recuerdos, caretas y máscaras de su famoso carnaval, figuritas de pinocho,
lápices decorados…
Lo
interesante es montarte en el Vaporetto, el autobús que te lleva a todas
partes. Puedes viajar en él para ver mejor las majestuosas casas y palacios que
decoran el Gran Canal, que ha sido descrito como “la calle más delicada del
mundo”.
Venecia
está construida sobre un centenar de islotes y está surcada por unos 170
canales que puedes atravesar por 400 puentes.
Increíble
pero cierto y es que los venecianos y nadie que se tercie puede ir montado en
bicicleta, porque está prohibido. No insitas … está prohibido!! porque hacerlo
te costará una considerable multa.
Uno de los
recuerdos más significativos de la capital del Veneto es el cristal de Murano.
Puedes acercarte a la isla de Murano, que es la más grande de la Laguna de
Venecia y ver como soplan el cristal y la de increíbles figuras que se puede
elaborar con este arte.
No está mal
para rematar tu estancia en Venecia que sepas que existe una zona para que disfrutes
la noche. Dorsoduro, es el barrio bohemio en el que puedes encontrar locales
bastante animados.
Los
venecianos, las góndolas, el Canal… VENECIA te esperan!!
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