Es un remanso de paz y belleza. La ciudad que vio nacer el Renacimiento y un lugar donde grandes del Arte plasmaron sus sueños para que los demás los contempláramos.
Florencia es la cuna donde nace este arte, es la capital
toscana donde despertaron Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Brunelleschi, Dante
o tú mismo si contemplas un amanecer mientras el sol baña esta ciudad y los
reflejos caen sobre el río Arno.
Cada vez que visito Florencia me quedo maravillada por tanta
belleza.
Es una ciudad cómoda para caminar, para pasear ante sus
maravillas o perderte entre sus callejuelas llenas de bares o ristorantes, heladerías con sus
elaborados helados (que también parecen obras de arte , que
al verlos… te los comerías todos!!)
Las inmensas riquezas ejercen tal atracción que perduran en
el alma por siempre.
Cuando llegas a la Piazza
del Duomo, con la imponente fachada de mármol de la catedral Santa María del Fiore, mira hacia la cúpula, firmada por
Brunelleschi, que siempre ha marcado a Florencia.
Si te sientes con fuerzas y
quieres ver unas vistas espectaculares de la ciudad, sube sus 463 escalones que
aparte de llegar asfixiado, contemplarás una panorámica inolvidable.
La primera vez que visité Florencia fui en tren (bastantes
puntuales, por cierto) y al salir de la estación de Santa María de Novella, que es el mejor punto de partida para
visitarla, empecé a caminar y solo fueron 5 minutos cuando tropecé de lleno
ante esta belleza. El Duomo.
No me olvido del Baptisterio
de San Juan, revestido de mármol y son tres las puertas talladas en bronce
más famosas de la historia con escenas del Antiguo Testamento.
Como casi todo
lo bonito y auténtico que está expuesto al exterior se deteriora, no son las
tallas originales, éstas se encuentran en el Museo de la Ópera del Duomo.
Todo te gusta en Florencia desde los puestos callejeros, los
músicos, los italianos… hasta comerte un paninni sentado en la magnífica fuente
de Neptuno en la Piazza della Signoria,
admirando todo lo que te rodea.
Este era el epicentro político de Florencia y actualmente el
punto donde verás gente por todas partes.
El Palacio Vecchio, La Loggia della Signoria (hoy
es Ayuntamiento y Museo), La fuente de Neptuno, el León de Donatello con la
flor de lis, (que es el símbolo de Florencia, llamados Marzocos, lo digo en
plural porque verás varios por la ciudad), la estatua ecuestre de Cosme I de
Médici y EL DAVID de Miguel Ángel!!!...
Nooo…no es el auténtico, pero bueno, casi te lo crees. El
auténtico está en la Galería de la Academia.
Pasarás por La Galería
Uffizi, columnas y estatuas que
representan a los grandes del arte, pensadores,
filósofos, químicos, inventores…
de camino hacia el Ponte Vecchio o
Puente Viejo, de estilo medieval.
Las tiendas que verás al cruzar este puente, son la mayoría
joyerías o tiendas de souvenirs italiano. No tiene nada que ver con las
carnicerías que en él estaban en la época del medievo.
Existe un pasadizo sobre las tiendas y que utilizaba la familia Médeci para
trasladarse del Palacio Pitti a la
Galería Uffizi.
Si te fijas, justo en este puente, protagonista de muchas
películas, también es protagonista para los enamorados que cuelgan los candados
del amor en un saliente de sus paredes.
También los verás en las cadenas que
decoran el paseo antes de llegar al puente.
He viajado por toda Italia y por ahora, todos los puentes que
he visitado, tienen los candados del amor. Es que Italia y en este caso
Florencia, enamora!!
Cruzamos al otro lado del río Arno y podemos seguir viendo
obras de Miguel Ángel en la iglesia del Santo Espíritu y el Palacio Pitti,
desde donde los Médecis salían a ese corredor que cruza el Puente Vecchio hasta
Uffizi.
Visitar Florencia y no tocar el hocico de la Fuente del Porcellino… no tiene precio o mejor
dicho, no conseguirás suerte o volver a esta ciudad de la Toscana.
La tradición popular dice que debes poner una moneda en la
boca después de haber frotado su hocico; si la moneda cae en la reja (donde cae
el agua de esta fuente), te traerá suerte. También frota su hocico (seguro que
te da suerte).
Este jabalí de bronce se encuentra en el Mercato Nuovo y está creando
tanta tradición que se ha convertido también en otro de los símbolos
florentinos.
¿Sabías que existen varias copias por todo el mundo? Creo que
hay un total de 11 Porcellilnos en
Francia, Bélgica, Nueva York, Sydney….
Ven a Florencia y asómate a estas ventanas, sentirás el sol y el influjo de la Toscana.
www.chikvacaciones.com
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