La ciudad de Cracovia es una ciudad de cuentos,
mitos o leyendas, pero en esta ocasión nos adentramos en uno de sus grandes
tesoros. Las Minas de Sal de Wieliczka. Declaradas Patrimonio Cultural de la
Humanidad por la UNESCO.
A tan solo 10 kilómetros del centro de Cracovia se
encuentran varios siglos de excavaciones ininterrumpidas con nueve niveles de
pasajes, corredores, grutas, salas, lagos y pozos de todos los tamaños.
El primer visitante en el siglo XVI lo describe así:
“La mina, es un lugar oscuro y subterráneo en el que
por media hora uno está bajando colgado de una gruesa cuerda que termina en una
tabla en la que voy sentado. Al llegar al fondo se pueden ver enormes grutas
excavadas en la roca de sal. Parecen las calles de una ciudad”.
Desde ese momento, filósofos, científicos,
escritores, músicos la visitaron para admirar ese lugar tan mágico creado por el trabajo duro de muchas generaciones de mineros a
lo largo del tiempo.
Transformaron algunas de sus oscuras galerías en luminosas
salas y algunas construcciones convirtiendo el interior en un lugar increíble
que conserva una temperatura constante de 18 grados y donde se respira un aire
mucho más puro que el de la superficie.
En el trayecto por la mina puedes ver increíbles capillas
de los siglos XVII y XVIII. Contienen esculturas y relieves tallados en sal.
La Capilla de la Santa Kinga, de quien cuenta la
leyenda que trabajó en la mina, es la única del mundo que está situada a 101
metros bajo el nivel del suelo. En su interior podrás admirar las obras de arte
que la adornan.
Por el camino contemplarás salas decoradas e
iluminadas
con lámparas de araña de sal, lagos subterráneos de salmuera que
decoran las calles y esculturas que representan a los antiguos mineros.
En
algunas salas representan espectáculos de luces.
Aquí dentro se organizan actividades culturales, conciertos
y conferencias. Se celebran bodas en salas grandes y espaciosas y torneos de
tenis y otros deportes.
Encontrarás restaurantes, bares y tiendas de
souvenirs. En estas minas no se olvidan de nada.
Incluso se construyó un hospital a 200 metros de
profundidad para combatir el asma, alergias y enfermedades de las vías
respiratorias.
Cracovia está llena de sorpresas. La Mina de Sal es
uno de sus grandes tesoros.
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