Es una ciudad que se disfruta y se acaricia. Es un regalo que te sorprende.La llaman Ciudad de las Cuatro Torres que se vinculó a nosotros el 24 de febrero de 1500, cuando Juana la Loca dio a luz al futuro emperador Carlos I de España y V de Alemania.
Viajamos a una ciudad de cuento que ofrece un papel protagonista a todo el que decide vivirla.
Gante es la capital de Flandes Oriental. Está llena de luz, agua y piedra centenaria.
Sorprende al ser una ciudad tranquila y muy familiar. Atrapa su belleza que nos enamora porque es una ciudad romántica.
El nombre de Gante significa "confluencia" por los ríos Escalda y Lys que la serpentean entre edificios centenarios fundiéndose bajo los cimientos de la Abadía de San Bavón y por los que puedes realizar un delicioso y romántico paseo en barco.
Los canales de la ciudad nos hace entender su pasado comercial.
Para descubrir esta Ciudad de las Cuatro Torres, una de ellas perteneciente al Campanario Municipal y reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Hay que pasearla y visitar la Catedral del San Bavón, hoy en día una importante pinacoteca.
El Ayuntamiento, que tardaron dos siglos en terminar su construcción y por eso tiene dos fachadas diferentes (una es gótica y la otra renacentista) aunque la torre del Campanario es sublime.
El majestuoso Castillo medieval de los Condes Gravensteen que domina el corazón de Gante donde merece la pena visitar la Torre del Homenaje desde la que tendrás una vista de la ciudad.
En este castillo también se encuentra la colección dedicada a los instrumentos de
tortura.
Si nos acercamos a los muelles, El Graslei, es el muelle de la hierba y el antiguo puerto de la ciudad. Su encanto es la hilera de casas románticas, góticas y renacentistas que nos explica la importancia que Gante ha tenido a lo largo de la historia europea.
La belleza del río Lys también se puede admirar desde el otro lado del canal, desde el muelle del trigo con palacetes clásicos.
El barrio más antiguo de Gante es un laberinto medieval de estrechas callejuelas sombrías y bajas casas de ladrillo rojo donde verás algún palacete que contrasta con estas casas y donde encontrarás el viejo claustro de las Carmelitas Descalzas.
Un lugar privilegiado para tener una vista completa de la ciudad y de las tres torres de Gante: la de la Catedral, la del Ayuntamiento y la de la Iglesia de San Nicolás es el Puente de San Miguel.
Gante es la parte de Bélgica más famosa por sus flores y así lo demuestra el Mercado de las Flores y las muchas calles que están engalanadas de ellas. Verás como a los ganteses les apasiona adornar sus casas con flores.
Cuando pasees por esta increíble ciudad encontrarás muchos y buenos mercadillos callejeros y más de 200 alegres cafés repartidos por las tranquilas calles e incluso el famoso callejón del grafiti Werregarenstraat.
Es un viaje apetecible y fácil de adentrarte en este paseo por la Joya de Flandes.
Una ciudad llena de arte y diversión.
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