Es
la segunda ciudad más importante de Suiza y nos muestra orgullosa el
arte en sus calles y en su cita anual de la mayor Feria de Arte del
mundo.
En
el mes de junio, la ciudad se convierte en una galería para la
exhibición y comercio de arte contemporáneo de cara a los amantes,
coleccionistas y marchantes de arte. Es una buena ocasión para
visitar esta coqueta y colorida ciudad del centro de Europa.
Basilea
forma frontera con Alemania y Francia y fue testigo en la historia
por ser una de las rutas comerciales más importantes del viejo
Mundo. Debido a su enclave fronterizo y como nota curiosa, comparte
la estación de tren y el aeropuerto con Alemania y Francia.
Es
pequeña, solo tiene 37 kilómetros cuadrados y ofrece una muy buena
situación y comunicación para poder caminar por toda la ciudad.
Está
dividida en dos partes por el Rin. La Gran Basilea, que es el centro
histórico y cultural y la zona comercial y financiera y La Pequeña
Basilea, desarrollada posteriormente en la orilla derecha del río
tras la construcción del primer puente en el siglo XIII.
En esta
parte se localizan las industrias químicas y farmacéuticas y el
primer y más importante puerto suizo.
Actualmente
ambas partes están unidas por seis puentes y por unas barcazas que
atraviesan el río sujetas a un cable y que son un reclamo turístico
el poder cruzar el ancho Rin en ellas y las vistas que te ofrece el
corto viaje de las dos partes.
El
transporte público está dominado por tranvías que tienen
brillantes colores y dibujos y que forman parte del paisaje urbano.
En
esta plaza se instalaba el mercado medieval del trigo y actualmente
se llena de color con puestos de frutas, verduras, flores, quesos,
panes... durante la semana. Dos veces al mes se celebra un rastro y
otras dos otro mercado de ropa al aire libre.
Uno
de los emblemas de la ciudad es la Catedral, Münster, de origen
románico y gótico.
Otras edificaciones interesantes son la antigua
Universidad frente a la Casa Blanca y Azul y la bella colección de
edificios barrocos por todo el centro de la ciudad.
Entre
sus numerosas fuentes hay una especial que tiene esculturas móviles
del famoso artista suizo Jean Tinguely.
Si
te fijas, en algunas fuentes verás que la parte de abajo tienen un
dispensario para que los perros también puedan beber.
Como
he comentado antes, la cultura y el arte es el centro de esta ciudad
y más de 30 museos están esperando nuestra visita.
Obras
de Picasso, Miró, Matisse, Dalí, Cézanne, Van Gogh y otros muchos
grandes podrás admirar en el Museo de Arte el “Kunstmuseum”. Te
aconsejo visitar el Museo del Papel o Molino de Papel, es bastante curioso.
La
zona que más me gusta es el barrio en el que se ubicaban
antiguamente las viviendas de los artesanos y comerciantes.
Es
un museo al aire libre con estrechas calles y edificaciones del siglo
XIII que están perfectamente conservadas y adornadas todas con
jardineras de flores llenas de color.
En
los bajos de estas coquetas viviendas medievales pintadas de varios
colores, están ocupados por galerías de arte o comercios en plena
actividad.
La
zona medieval termina en la Spalentor, puerta de 1400 y parte de la
antigua muralla.
Basilea
está plagada de restaurantes, bares fantásticos y terrazas;
especialmente en la zona peatonal, dentro y alrededor del centro
histórico.
Basilea
es pequeña pero ofrece también escapadas por los alrededores de la
ciudad.
Muy cerca están las ruinas de la ciudad romana Augusta
Raurica, que es un museo al aire libre, la Selva Negra, Alsacia y la
campiña de Basilea.
Es
un placer visitar esta ciudad.
www.chikvacaciones.com
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