jueves, 15 de mayo de 2014

Basilea, Suiza.

Es la segunda ciudad más importante de Suiza y nos muestra orgullosa el arte en sus calles y en su cita anual de la mayor Feria de Arte del mundo.



En el mes de junio, la ciudad se convierte en una galería para la exhibición y comercio de arte contemporáneo de cara a los amantes, coleccionistas y marchantes de arte. Es una buena ocasión para visitar esta coqueta y colorida ciudad del centro de Europa.



Basilea forma frontera con Alemania y Francia y fue testigo en la historia por ser una de las rutas comerciales más importantes del viejo Mundo. Debido a su enclave fronterizo y como nota curiosa, comparte la estación de tren y el aeropuerto con Alemania y Francia.


Es pequeña, solo tiene 37 kilómetros cuadrados y ofrece una muy buena situación y comunicación para poder caminar por toda la ciudad.




Está dividida en dos partes por el Rin. La Gran Basilea, que es el centro histórico y cultural y la zona comercial y financiera y La Pequeña Basilea, desarrollada posteriormente en la orilla derecha del río tras la construcción del primer puente en el siglo XIII. 

En esta parte se localizan las industrias químicas y farmacéuticas y el primer y más importante puerto suizo.


Actualmente ambas partes están unidas por seis puentes y por unas barcazas que atraviesan el río sujetas a un cable y que son un reclamo turístico el poder cruzar el ancho Rin en ellas y las vistas que te ofrece el corto viaje de las dos partes.


El transporte público está dominado por tranvías que tienen brillantes colores y dibujos y que forman parte del paisaje urbano.






El centro neurálgico de la animada vida de Basilea empieza en la Plaza del Mercado y en el gran edificio gótico, de sorprendente color rojizo, del Ayuntamiento y Gobierno de este cantón suizo.



En esta plaza se instalaba el mercado medieval del trigo y actualmente se llena de color con puestos de frutas, verduras, flores, quesos, panes... durante la semana. Dos veces al mes se celebra un rastro y otras dos otro mercado de ropa al aire libre.



Uno de los emblemas de la ciudad es la Catedral, Münster, de origen románico y gótico. 








Otras edificaciones interesantes son la antigua Universidad frente a la Casa Blanca y Azul y la bella colección de edificios barrocos por todo el centro de la ciudad.



Entre sus numerosas fuentes hay una especial que tiene esculturas móviles del famoso artista suizo Jean Tinguely.
Si te fijas, en algunas fuentes verás que la parte de abajo tienen un dispensario para que los perros también puedan beber.



Como he comentado antes, la cultura y el arte es el centro de esta ciudad y más de 30 museos están esperando nuestra visita.


Obras de Picasso, Miró, Matisse, Dalí, Cézanne, Van Gogh y otros muchos grandes podrás admirar en el Museo de Arte el “Kunstmuseum”. Te aconsejo visitar el Museo del Papel o Molino de Papel, es bastante curioso.


La zona que más me gusta es el barrio en el que se ubicaban antiguamente las viviendas de los artesanos y comerciantes.



Es un museo al aire libre con estrechas calles y edificaciones del siglo XIII que están perfectamente conservadas y adornadas todas con jardineras de flores llenas de color.


En los bajos de estas coquetas viviendas medievales pintadas de varios colores, están ocupados por galerías de arte o comercios en plena actividad.

La zona medieval termina en la Spalentor, puerta de 1400 y parte de la antigua muralla.



Basilea está plagada de restaurantes, bares fantásticos y terrazas; especialmente en la zona peatonal, dentro y alrededor del centro histórico.


Basilea es pequeña pero ofrece también escapadas por los alrededores de la ciudad. 


Muy cerca están las ruinas de la ciudad romana Augusta Raurica, que es un museo al aire libre, la Selva Negra, Alsacia y la campiña de Basilea.

Es un placer visitar esta ciudad.

www.chikvacaciones.com


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