Erice (Italia)

Erice es un pueblo medieval que se encuentra en lo alto de una colina en la isla de Sicilia, sobre Trapani.

Para llegar a este lugar tienes que hacerlo desde Trapani. Puedes conducir por una estrecha carretera llena de curvas o subirte en el teleférico.

Misteriosamente, Erice se envuelve en la niebla por la mañana y va despejándose a lo largo del día. 

Si subes en el funicular hasta lo alto del monte San Giuliano, verás cómo te acaricia suavemente mientras admiras las increíbles vistas de la ciudad, del mar y de las famosas salinas de Trapani y si tu vista es buena, verás hasta Túnez o el Etna.

Su marcado perfil, recortado sobre el Mediterráneo, era la primera referencia que tenían los navegantes cuando se acercaban a la costa de Sicilia.

Pero Erice es envolvente y mágica.

Durante mucho tiempo fue lugar de culto a las diosas de la fertilidad y el amor; Venus, Afrodita y Astarté. Incluso según la mitología dice que Dédalo aterrizó aquí. Cuando visites sus numerosas iglesias y monasterios, más de sesenta, te impregnarán de ese halo místico que mantienen desde la antigüedad.

El templo que ocupaba el templo de Venus es donde hoy se alza el Castillo de Venere.

Es un castillo normando que fue utilizado como prisión y torre de vigía. En su interior se encuentran las ruinas del templo de Venus, hay una casa fenicia, termas romanas y un pozo sagrado.

Las vistas desde aquí son espectaculares, aunque tendrás que subir los 108 peldaños de la Torre de Erice. Verás todo el pueblo medieval.

Frente al Castillo y cruzando un puente levadizo llegarás a los bellos Jardines del Balio donde se encuentra la Torre de Balio que fue la residencia del gobernador normando que mandó construir el Castillo. Hoy en día es una cafetería.

Sus calles son empinadas y empedradas.

Cuando pasees entre sus muros y casas de piedra sentirás que te envuelves dentro de la Edad Media.

Los patios de las casas siempre están adornados con flores y si ves una fontana, lanza tu moneda. Al igual que se hace en la Fontana de Trevi en Roma, aquí también se utiliza esta costumbre.

Desde su espléndido Duomo (s.XIV), con su campanile, da paso a las viviendas nobles, como el Palacio Gótico de San Cataldo.

 

Cerca de la Plaza del Mercado está la Iglesia de San Martino que es un auténtico museo y que mezcla los estilos gótico, barroco y renacentista. Su interior es muy luminoso con mármoles blancos.

Y en la iglesia de San Giovanni Battista se encierran en su interior grandes obras de arte.

Erice te llevará a otro tiempo. Visítala.

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