Quizás sea por la octava maravilla del mundo.
La
Torre de Pisa o Torre Inclinada que en realidad es, el campanario de la
catedral y que se sitúa en la Plaza del Duomo. Patrimonio de la Humanidad por
la UNESCO.
Galileo Galilei, subía a su último piso y desde allí
lanzaba objetos al vacío para sus experimentos sobre la gravedad.
La Torre Pendente di Pisa construida en mármol
blanco no era inclinada cuando la edificaron. Fue por la insuficiente
profundidad de sus cimientos y se ha estado inclinando de dos a tres milímetros
por año y esto fue motivo a que en 1990 cerraran el acceso al público durante
once años.
Ha sido el cierre más lardo de un monumento arquitectónico
en la historia italiana.
Actualmente solo entran entre 20 o 30 personas al
día.
Gracias a su altura (55,7 a 55,8 metros), se
convirtió en el faro de Pisa y símbolo de la ciudad en el s.XIII , ya que por
su posición, permitía observar decenas de kilómetros a la redonda y fue punto
de vigilancia en tiempos medievales y renacentistas.
Pisa conserva un conjunto asombroso a parte de esta
maravilla que es su mayor atractivo turístico.
En el Campo de los milagros, también llamada Piazza
del Duomo, se encuentran algunas de las joyas góticas más valiosas de la
humanidad.
Aquí se encuentra la Catedral, el Baptisterio, la
Torre y el Camposanto.
Debes visitar el Museo de la Obra del Duomo.
Pasea por la animada Plaza Garibaldi, el Ponte di
Mezzo, llamado así porque se sitúa en medio de la ciudad; el antiguo burgo
medieval y las murallas.
Aunque si eres un romántico, debes coincidir con el
atardecer a las orillas del rio Arno.
Descubrirás rincones llenos de encanto y
minúsculas iglesias góticas como la de Santa María de la Espina.
No te puedes ir de Pisa sin probar sus vinos.
Tienes
para elegir entre un chianti el brunello de Montalcino, el Vino Noble o el Vin
Santo. Te llevarás un buen sabor de los vinos de esta región de la Toscana.
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