Petra, La Ciudad del Desierto.

La primavera está presente y es la mejor época del año para visitar la ciudad de Petra.

Primero, por la climatología, que hace más soportable caminar por su serpenteante y fascinante pasillo, cauce de ríos secos, de más de un kilómetro; segundo, por la luz, que te invita a contemplar el juego de colores que tiene la roca por la erosión y el paso del tiempo.

El caminante, en cada paso que da, lo envuelve la magia del lugar dentro de un halo místico y con la imagen en la mente de las muchas fotografías que ha visto sobre lo que el destino de esos pasos le regalará. El Tesoro de Petra.

Aunque te digan que es precioso, opinarás que es más maravilloso de lo que te dijeron. Es impresionante esta maravilla excavada, construida y tallada en la misma roca.

Petra es la ciudad del desierto de 

Wadi Rum, la ciudad secreta de los nabateos, joya arqueológica,

 esculpida en su roca hace 2.000 años y olvidada del mundo hasta que fue redescubierta hace 200 por el joven explorador suizo Ludwing Burckhardt. 

Se cree que muchos de sus restos continúan bajo tierra.

Khazneh Al-Faraun, “El Tesoro”, se construyó en el s.I a. C., como monumento funerario del rey Aretas IV debiendo su nombre a una leyenda de los beduinos de la zona. 

Creían que en la urna que corona la construcción, se ocultaba el tesoro de un faraón, lo que explica los impactos de bala que tiene.

La fachada alcanza los 40 metros de altura y si te fijas bien, en las cuevas que asoman desde los riscos, habitan 55 familias beduinas que son quienes te ofrecen sus burros para recorrer esta maravilla al grito de “¿taxi, madam?”. Este recorrido también lo puedes hacer en camello aunque te aconsejo que camines y admires sus rojizos colores. 

No solo el Tesoro de Petra te impresionará , otras maravillas de sus alrededores  hacen que en tu visita, contemples e imagines su agitada vida como paso obligado de caravanas por situarse en la ruta de las especias y ser una ciudad comercial que atraía a los mercaderes de sedas, perfumes y telas.

Las Tumbas Reales, excavadas en la montaña sorprenden por su magnitud; El Templo de los Leones; El Monasterio, con más de 800 escalones para llegar a él con cruces cristianas esculpidas en sus muros; El Palacio de la hija del Faraón y su puerta formada por columnas con relieves de divinidades animales; El Gran Templo en sorprendente estado de conservación que bajo sus columnas hexagonales, pasaban conductos de agua y el Teatro, con vestigios romanos.

Petra tiene gran atractivo turístico, cinematográfico e histórico, ciudad de Jordania que  es un país que te regala este paraje, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; es una de las siete maravillas del mundo, el regalo que Indiana Jones, Lawrence de Arabia y muchos más que nos plasmaron en sus películas y la imagen viva de algo bello que llevarás contigo cuando estés aquí.