viernes, 17 de mayo de 2013

Impresionante Berlín.


La primera visión que tienes desde el aire te hace pensar que es una ciudad de cuento, escondida entre los árboles que apenas te dejan verla. Te impresiona esta visión y conforme te acercas más te va gustando.


 Es una ciudad cómoda, moderna, antigua por sus grandes vestigios que te rememoran a un tiempo en el que estaba dividida. Los restos del Muro, que separaban la parte oriental y occidental, te traslada a ese tiempo de dolor, desconcierto y júbilo cuando celebraban la unión  tan deseada.




 Tiene grandes avenidas, elegantes comercios, buenos restaurantes, museos, palacios, edificios, bicicletas, salchichas, cerveza, gente, folklore, historia,  galerías de arte, bibliotecas y eventos musicales de una gran categoría.












Es de esas ciudades en la que respiras humanidad, te sientes a gusto en ella porque es grande, viva, fresca y dinámica. 

Capital cultural europea con 365 museos, como días tiene el año, de los que 5 de ellos se encuentran en  la Isla de los Museos, declarado Patrimonio de la Humanidad. 


Berlín es tan interesante que merece la pena vivirlo desde el alba hasta el anochecer, donde podrías terminar el día en uno de los muchos de locales nocturnos que retratan a esta intensa ciudad.


Como las colas no gustan a nadie hay que madrugar y llegar a tiempo al corazón de la Alemania unificada para subir a la cúpula de vidrio, diseñada por Norman Foster, que tiene una vista espectacular y desde la que podrás contemplar la Torre de la Victoria y el Jardín de Tiergarten.  

Su fantástica luz natural  ilumina el interior gracias a un complicado sistema de espejos. Hoy en día la sede principal del parlamento alemán. El ReichstagParlamento.



La puerta de Brandemburgo, una de las partes más emblemáticas de la ciudad, que hoy en día es símbolo de la reunificación alemana tras la caída del Muro. 
En tiempos, simbolizaba la división de la nación y separaba los dos muros, era “la franja de la muerte”.
La cuadriga que adorna la Puerta, volvió a instalarse en su sitio tras la caída de Napoleón, quien se la llevó como trofeo.

El edificio religioso más grandioso en Berlín es La Catedral o la Berlinerdom, que suele acoger conciertos y eventos. La Orquesta Filarmónica de Berlín es una de las sinfónicas más importantes del mundo y una gozada poder asistir a uno de sus conciertos.


Jardines de estilo francés e inglés rodean el Palacio de Charlottemburgo con una sorprendente fachada barroca.



Seguimos inmersos en lo espectacular de esta ciudad, monumentos, edificios simbólicos y la famosa y muy visitada  Isla de los Museos, que puedes llegar a ella en un minicrucero, desde donde la verás mejor, pero recuerda que tienes que intentar visitar sus museos.

Te recomiendo el Museo Pérgamo en el que podrás admirar tesoros a tamaño natural como  la Puerta de Ishtar de Babilonia entre muchos más.








Berlín es sin duda, una ciudad en continuo cambio, muestra de ello es la  Potsdamer Platz,  Convertida en el corazón de la nueva Berlín que tras su destrucción completa, llegó a ser  “tierra de nadie" y a estar dividida por el Muro de Berlín durante 28 años. 




Rodeada en la actualidad por edificaciones modernas, entre las que se encuentra el edificio Sony, que no solo es un lugar de compras, también posee un museo del cine.



En Berlín se celebran muchos eventos, entre los más conocidos están, el Festival de Cine de Berlín, el Carnaval de las Culturas, la Noche de los Museos,  el Love Parade, gran desfile de verano con carrozas y colorido, música tecno, donde más de un millón de personas se dan cita y la Bienal de Berlín que precisamente, este año termina su exposición el 1º de julio, (estás a tiempo de verla).




Pasea por la East Side Gallery, declarada Monumento Histórico, que en su tramo de 1,3 kilómetros de longitud, se conservan como museo al aire libre con más de 160 dibujos y pinturas que reflejan la vida de la ciudad de Berlín antes de la caída del Muro.





Antes de partir de nuevo a casa visita el impresionante Monumento del Holocausto que en forma de trinchera, construyeron bloques de hormigón en recuerdo de las víctimas judías.


Siempre quedan en el tintero muchas cosas que contar de Berlín, más lugares idílicos y medievales, la Iglesia de San Nicolás, que se encuentra en la cuna histórica de la ciudad.

Decirte que te fijes en las figuras de los semáforos (hombrecitos con sombrero y es parte de la cultura alemana oriental)












El mítico Tranbant, que lo verás en fotos o graffitis, se le conoce como Trabbi y fue el automóvil comunista por excelencia, la Sinagoga Judía, que es la más grande de Alemania, que en su construcción, se inspiraron en el estilo árabe de la Alhambra en Granada, el barrio Chic Mitte, todo galmour, la Torre de Televisión… 






El Hotel Adlon, lujoso hotel con huéspedes como Chaplin, Greta Garbo, Hitler, Edison, Rockefeller, Marlene Dietrich e incluso Michael Jackson, que fue aquí cuando sacó a su bebé con la cara tapada por una ventana.


Berlín  es espectacular, es una ciudad llena de historia, que te impresiona.

Berlín hay que ¡vivirla!


BERLÍN






















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