jueves, 6 de junio de 2013

Moscú, Capital de todas las Rusias.



 Atractiva por su gran historia que vio nacer  a Zares,  dirigentes, bailarines, astronautas,  músicos, escritores, pensadores, deportistas…  Considerada una de las capitales culturales del mundo y Capital de todas las Rusias en continuo proceso de modernización  que se impone como destino plenamente europeo.




 Visitarás el Moscú imperial y eterno, cosmopolita, moderno y rodeado de jardines que son el pulmón de la ciudad. Hoy en día el turista se siente libre ante esta gran capital atractiva, zarista, soviética, capitalista, moscovita y llena de vida.

Moscú es lugar donde se encuentran los mejores frescos e iconos de Rusia, donde sus edificios te transmiten su pasado glorioso y por mucho que te digan debes empezar tu andadura por....

La Plaza Roja,  el gran kilómetro cero de Moscú y punto de partida para empezar nuestra visita.





Es el centro neurálgico de la ciudad donde los moscovitas celebran casi todo, desde las victorias deportivas, desfiles militares, conciertos de música rock e incluso donde un intrépido joven alemán aterrizó su avioneta, ante la atónita mirada de todos durante la Guerra Fría.



Era el lugar donde los mercaderes encendían sus fogatas y vendían sus mercancías a las puertas del Kremlin, que en la actualidad verás grupos de turistas admirando su grandiosidad y donde descansa Lenin, momificado,  en el Mausoleo.






















Por cierto, el nombre de Plaza Roja no es debido a la etapa comunista ni por el color de las fachadas que la rodean, sino que su nombre “Krásmaya Plóschad”, significa “Plaza Hermosa”, “Plaza Bonita”.


Hay que plantar los pies en el centro de esta Plaza y girar 360º sobre los talones para captar todo lo que embellece el entorno.






La Muralla del Kremlin, 
fortaleza de los zares que en su interior se elevan edificios de gobierno, un teatro, varias catedrales y como curiosidad, un par de cosas consideradas las más grandes del mundo como, 
un cañón (40 toneladas) y 
una campana (200 toneladas).








La joya de esta Plaza Roja es la catedral de San Basilio, construida por Iván el Terrible para conmemorar la victoria de Kazán y según cuenta una leyenda  dejó ciego a su arquitecto para que no reprodujera tal belleza aunque otra versión confirma que la Catedral fue en realidad construida por arquitectos italianos invitados por el Zar.
La catedral es una acumulación caprichosa de torres, cúpulas, formas y colores que dependiendo de la luz solar, es más bella de admirar. Al caer la tarde la luz se vuelve más suave y su belleza se eleva. 





Esta catedral sigue en pie de milagro porque ha soportado incendios, revoluciones, dos guerras mundiales y el comunismo rígido de Stalin, quien estuvo de acuerdo con aniquilar los monumentos religiosos e incluso cuando Napoleón entró en Moscú con sus tropas, la utilizó como establo.
 Pero ahí sigue, tan bella.



En la parte este se encuentran los famosos almacenes Gum, con su espectacular fachada de 242m estructura de acero y su techo de vidrio que nos recuerda a las imponentes estaciones ferroviarias europeas. 

Merece la pena visitarlo por su arquitectura,  por las personas que lo frecuentan y por los miles comercios privados. (Antes estatales).




















El Museo Histórico y la Voskresenkiye “Puerta de la Resurrección”, se encuentran en la parte Norte de la Plaza Roja.

La Puerta, de dos arcos, fue destruida por orden de Stalin ya que impedía la entrada a la Plaza las tropas y vehículos en los desfiles militares. En la década de los 90 fue reconstruida.


Cerca del Kremlin, se encuentra la calle Arbat peatonal, bulliciosa, llena de anticuarios, restaurantes, cafés, tenderetes con los típicos souvernirs y para que sepas más cosas.... Era el suburbio donde vivieron el ejército del Zar y más tarde los aristócratas.


Los moscovitas disfrutan de sus inmensos jardines, que cuentan con un servicio de música a través de la megafonía, en todas las épocas del año. En invierno patinan en sus lagos helados y en verano se llenan de picnics para aprovechar el sol y el buen tiempo. 



El inmenso parque Gorki, ofrece un mercadillo los domingos y el famoso Kolómenskoye, el favorito de los zares y con diversos edificios históricos, sirvió como escenario para la película de James bond “La Casa Rusia”.


Una leyenda cuenta, que el embarcadero de madera de estos jardines, fue el lugar elegido por el nieto de Noé para vivir tras el Diluvio Universal. 

Se llamaba Mosoc y su mujer Kva, así que juntos formarían el nombre de Moskva o Moscú.






El comercio está abierto las 24 horas y los moscovitas van a todas partes en coche, por eso el tráfico en Moscú es intenso y caótico, pero nos libramos de él en el centro.  

Fíjate porque verás más Mercedes nuevos aquí que en Alemania.





La bebida oficial, como todos sabemos es el vodka, pero entre los jóvenes la cerveza es la más popular. 

Se reúnen a charlar, tocar la guitarra en el “Palacio del Pueblo” que si no te lo imaginas, es el Metro de Moscú, con una extraordinaria decoración.


El Metro lo diseñaron como un conjunto arquitectónico único, un museo que se exhibe para el pueblo y los turistas, claro está. 


Encuentras estatuas, relieves, pinturas, mosaicos, vidrieras y para cuya elaboración, se utilizaron más de veinte tipos de mármol.


Merece una visita las estaciones más espectaculares como Konsomólskaya, Prospekt llena de cerámicas, Novoslobódskaya con espectaculares vidrieras, Ploschad Revolutsi con esculturas de bronce a tamaño natural.



















Tverskaya, es la arteria principal de la ciudad y donde  se encuentra la residencia de las autoridades de Moscú, el ayuntamiento. El edificio de más de dos siglos es la casa principal de la capital rusa.


La calle está llena de vida ya que es la más transitada de la ciudad. Sus boutiques de marcas internacionales, restaurantes, bares y cómo no, su animada vida nocturna.

Otra parte con encanto moderno es el Moscow City, entre sus rascacielos  de cristal y metal, destaca el Most Bagration, que es un puente cubierto que cruza el río con tiendas.


















Seguro que si te vienes a Moscú, tus amigos te encargarán una latita del famoso caviar.
 Lo encontrarás de distintos colores y precios, pero recuerda que barato no es y por si no los sabías…, 

el juego más popular de la historia lo inventó el ruso Alekséi Pázhitnov y el tema musical, que muchos tenemos aún en la memoria, es de una canción popular llamada Korobéiniki.

 ¿Te imaginas de qué juego es?... El Tetris!!







Moscú, llena de atractivos, enigmas, ríos navegables (puedes ver sus bellezas desde un mini crucero), colores vivos, historias de espías y  abriéndose a un mundo en continuo crecimiento.















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