jueves, 19 de septiembre de 2013

VIETNAM

Su silueta se asemeja a la de un dragón que desciende hacia el mar.

El país cumple 38 años desde la devastadora guerra que vivió en sus entrañas y en su población. Despierta a un nuevo y próspero amanecer en las que sus bahías de cuento, las playas de cocoteros, sus arrozales infinitos, los verdes paisajes y su gente hospitalaria y alegre, hacen que este Vietnam que sigue mirando hacia el futuro con una sonrisa, te ofrezca sus riquezas y extienda su mano para que tu estancia sea inimaginable.







Viajar a Vietnam es trasladarte al mundo de las bicicletas y las scooters porque las verás por todas partes transportando todo tipo de mercancías pesadas y hasta pueden llevar 6 personas manteniendo el equilibrio sin caer al suelo. 
Lo normal es tener una moto “made in Vietnam”, que son más económicas y los que pueden las compran chinas y si tienen un coche, en este país, se le considera millonario.













Es curioso y peligroso también porque parecen que tienen vida propia ya que no guardan la seguridad vial en ninguna ocasión. 




No paran en los stops, ni mucho menos en los semáforos rojos y menos aún en los pasos de peatones. Hay que sortearlas para que no te pillen…o caminar despacio y dejar que las motos te esquiven… es toda una aventura cruzar una calle.

Ho Chi Minh y Hanoi son sus principales puntos de entrada a este fascinante país.


La antigua Saigón, actual Ho Chi Minh, es una ciudad alegre, caótica, viciosa, bella, aunque no cuente con edificios históricos de importancia, relajada y divertida, mientras que en el norte se encuentra Hanoi, capital del país, es hermosa y monumental, pero austera y fría en invierno.




Saigón guarda costumbres y edificaciones de la colonización francesa y te asombrará encontrar terrazas donde se desayuna con baguettes y caffé au lait. 




Otras edificaciones coloniales que se conservan son el edificio del Comité del Pueblo, el Ayuntamiento de los franceses y el hotel Continental, en el que Graham Green se inspiró para la película “El Americano Impasible”.








Podrías creer que estás en París al ver la Basílica de Notre-Dame, construida de azulejos franceses de color rojo.




Tu primera impresión es de una ciudad que bulle de actividad en la que encontrarás, aparte de motocicletas conduciendo por las aceras, floristeros mostrando ramos de lotos, carpinteros y sus muebles y hasta los peluqueros que te cortan el pelo o afeitan al aire libre. 

También puedes probar uno de los brebajes que elaboran los médicos, que también exponen sus mercancías en mesas en la calle.














 La zona más exclusiva de Saigón se encuentra paralela al río, llena de restaurantes flotantes y lujosos hoteles. Puedes llegar a ella en  un “xe om” (moto-taxi).





Las pagodas más bellas de Saigón son Giac Lam, que es el templo más antiguo de la ciudad y el segundo templo en importancia es la pagoda del Emperador de Jade y la única puramente taoísta de esta parte del Vietnam es la pagoda de Khanh Van Nam Vien y su imagen de Lao Tsé es la más reverenciada.



En Hanoi, es la capital. Ciudad monumental con bonitos jardines, lagos y visitas históricas en toda la ciudad, se calcula que hay una scooter por cada tres habitantes…




La antigua prisión, La Hanoi Hilton, donde pasaron más de un lustro los pilotos norteamericanos, es lugar de visitas, al igual que varias pagodas y el fascinante Templo de la Literatura y fundado como la primera Universidad de Vietnam. 

A orillas del rio Rojo se encuentran los barrios modernos y las nuevas construcciones que llegan hasta el cielo.


















Un lugar en el que no nos importa repetir en Hanoi es el Barrio Antiguo, con sus aceras estrechas y callejuelas tomadas por las motocicletas, llenas de puestos callejeros y la vida latente de la ciudad vietnamita.




Si eres escrupuloso… no mires lo que comes porque a parte del arroz y más arroz, los vietnamitas cocinan perros, gatos, ratas de alcantarilla, insectos… 

Si te atreves prueba su gastronomía, la popular y si no… una buena pizza o hamburguesa seguro que encuentras.


¡¡Has llegado al país de las compras!! Aquí encontrarás de lo “no auténtico” con tal perfección que creerás que no lo son. 





Los souvenirs más típicos de esta parte del mundo están por todas partes aunque el guía te recomendará que lo auténtico es la etiqueta de “made in Vietnam” y no “made in China”.





Desde Hanoi hasta la hermosa Bahía de Halong, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, recorrerás impresionantes tierras agrícolas y campos de arroz del delta del río Rojo.


Esta Bahía, salpicada de islas, tiene aguas de color esmeralda que admiten un buen baño o el paseo en las tradicionales embarcaciones de madera de junco.



Viajar a Vietnam es fascinante y excitante; te sentirás sumergido en la paz de sus paisajes y cómo no, en la amabilidad de sus gentes.

 ¡Lánzate a esta aventura!.

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