La definen como un jardín en el mar. Su naturaleza y colores se mezclan entre el verde intenso de sus bosques, las plantaciones de caña de azúcar y las rocas negras volcánicas que contrastan con la arena blanca de sus playas.
Aquí
el mar es turquesa transparente y en las noches el cielo se ilumina
por la Cruz del Sur e infinitas estrellas.
La
isla de Mauricio, próxima al trópico de Capricornio está unida por
una cordillera volcánica bajo las profundidades del océano al
archipiélago de Seychelles y la isla Reunión.
Su
clima tropical te invita a disfrutar del buen tiempo en cualquier
época del año y poder pasear por sus 165 kilómetros de playas, las
mayoría vírgenes y salvajes, rodeadas de un arrecife de coral que
las hace aún más bellas.. En muchas el césped llega hasta la
arena.
Las
playas más populares son Flic en Flac, Blue Bay o Mont Choisy todas
rodeadas de hoteles de lujo (casi todos lo son). Es famoso el trato
del personal, llenos de amabilidad que saben hacerte sentir como un
rey y debido a ello casi no tienes ganas de salir del recinto
hotelero.
La
zona de Grand Baie, conocida como “La Costa Azul”, es una playa
con mucha animación, incluso podrás asistir a bailes criollos.
Abundan los restaurantes, chiringuitos con música y algo que nos
gusta a muchos... tiendas libres de impuestos.
Île
du Cerfs, la isla de los ciervos, es para mí la playa más bonita.
Tienes que acceder a ella a través de una laguna y cuando estás
allí crees haber llegado al paraíso.
Esta
playa ha tenido una asidua visitante que para no ser pillada por los
paparazzi, se instalaba aquí. Te hablo de Carolina de Mónaco cuando
llevaba una turbulenta vida amorosa.
Pero
la isla es infinitamente hermosa y la puedes recorrer de punta a
punta porque para que te hagas una idea, su tamaño es la mitad de la
isla de Mallorca.
Mauricio
tiene otras joyas que atraen al turista.
¿Te
imaginas pasear por cráteres de volcanes?... No te asustes porque
están extinguidos, como el Troux aux Cerfs que se encuentra en la
zona de Curepipe a 600mt de altura y donde también está el Jardín
Botánico y una fábrica de maquetas de barcos.
Por
cierto...el nombre de Curepipe se lo dieron los franceses, que al
terminar de comer limpiaban sus pipas...”cure-pipe”.
Otro
de los famosos jardines botánicos que se encuentran en la isla es
Pamplemousses que entre sus árboles centenarios se encuentran unas
palmeras que solo florecen cada 40 años y los nenúfares gigantes.
En
el Vanille Cocodrile Park...imagina a quienes verás...
“cocodrilossss”. Si no te impresiona ver cómo el cuidador mete
su cabeza en la boca de este reptil...
Las
granjas de flores exóticas, destilerías de ron, tortugas gigantes y
los templos a los dioses más diversos son otras de las opciones para
visitar.
En
esta isla conviven en buena armonía criollos, indios, europeos,
chinos... por eso verás pagodas, iglesias, mezquitas y templos
hindúes.
Hasta
aquí llegaban barcos piratas que le pusieron el nombre de “La
isla de la Plata” porque era donde enterraban sus cofres, pero por
mucho que busquemos... de todo menos cofres enterrados.
El
puerto más importante es el de su capital, Port Louis. La ciudad más
importante de isla Mauricio.
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