Recorremos el parque de Angkor en Camboya, que es el delirio de ver como la piedra se confunde con la selva.
Para
que te hagas una idea, esta maravilla de Angkor Thom, fue la capital
más grandiosa del reino Jemer, que se extendía desde Camboya hasta
Tailandia, Laos y Vietnam.
En
la capital vivían un millón de personas y hoy en día, este
glorioso imperio, se encamina entre ruinas y selva pero es fácil
imaginar la magnitud del poder que
tuvo en su época de esplendor.
Los
templos fueron pasando del budismo al shivanismo según la religión
que hubiera adoptado el rey jemer de turno.
La
entrada ya es espectacular y debes hacerlo muy de madrugada, que lo
típico y más normal es hacerlo en un tuc-tuc. Cuando llegas a las
puertas del Bayon es como encontrarte ante una grandeza algo sublime.
Las enormes caras de Avalokiteshvara te impresionarán y más al escuchar a los monjes que se encuentran dentro del templo realizando su puja matutina.
Todos
los relieves que resaltan en los muros, esquinas, torres, describen la historia de este imperio que embellecen y crean una imagen distinta cuando
el sol los alcanza porque la piedra parece viva.
Entramos
en Angkor Wat por la puerta oeste y caminamos por la gran terraza
hacia el este. Esto significa que estamos viajando hacia atrás en el
tiempo hasta la creación del Universo.
Este
templo es la recreación del Cosmos cuya torre central, el Monte
Meru, es centro sagrado del Universo para los hinduistas.
Es el lugar donde películas como "Apocalipsis Now" tuvieron sus escenarios.
El
bello templo de Banteay Srei conserva todavía relieves en perfecto
estado y parece increíble que en el tiempo pasado necesitara de 80.000 personas para su conservación.
Otro
de los templos que se conservan a pesar de sus novecientos años es
el Preah Khan que se extiende en la jungla.
Está repleto de
corredores y salas en perfecto estado y por las que paseas inmerso y
sintiendo aquellos años que revives al pasear y contemplar este misterioso lugar.
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