En
el sur de Francia, la región de Languedoc, mezcla la naturaleza, la
historia y el azul del mar con sabor Mediterráneo.
La
definen como “un anfiteatro que mira al mar” porque tiene un
enclave privilegiado de grandes contrastes. Está está rodeada por
el río Ródano, los Pirineos, la Provenza y extensas playas de
arena.
La
comprenden cinco departamentos y algunos de los monumentos más
importantes de Languedoc pertenecen al Patrimonio Universal de la
Unesco, como la ciudadela de Carcassonne (ciudad medieval) y el Pont
du Gard, (acueducto romano).
Colliure,
pueblo costero y célebre desde la época de los Reyes de Mallorca,
fue inmortalizado por grandes pintores que como a Matisse, atrajo por
su luz y el colorido de sus casas. En este pueblo falleció y está
enterrado Antonio Machado.
La
gastronomía de esta región se basa sobretodo, en el buen pescado y
sus pueblos medievales, castillos, playas y abadías en las que
podrás beber un buen vino son un reclamo turístico junto a su
enclave más notable
“La Laguna de Thau” y el considerarse la
región donde nació el champagne.
Las
tierras que rodean la Laguna de Thau producen vinos especiales con un
sabor dulce para tomarlo de aperitivo. En Marsellan, producen un
vermú mundialmente famoso el Noilly Prat, de obligada referencia
para los amantes de esta bebida.
La
llaman el “Jardín del Mar”, porque en sus aguas se ha
desarrollado un ecosistema original y muy productivo. Ochocientos
criadores de ostras, en septiembre, pescan las doradas reales que
vienen a desovar a estas aguas cálidas y si realizas una excursión
por la Laguna, verás a los a los caballitos de mar.
A
lo largo de la costa hay decenas de lagunas conectadas con el mar
donde se han convertido en salinas naturales o pantanos, perfectos
enclaves para las aves como el flamingo rosado.
Desde
Loupian, Villa Galo-Romana famosa por sus mosaicos tendrás unas
vistas panorámicas hacia la Laguna que son espectaculares, aunque el
corazón del Languedoc y su ciudad más importante es Sète, que está
situada en una estrecha franja de tierra entre la laguna y el mar con
casas de vivos colores.
El
Teatro del Mar, es el más veraniego de Sète. Es abierto y con
vistas al Mediterráneo. Durante todo el verano se ofrecen conciertos
de jazz y de música típica francesa.
En
el canal que cruza todo el pueblo, los barcos de pesca de altamar
atracan cerca el mercado donde venden sus capturas.
Puedes
probar su famosa bouillabaisse, la sabrosa y mundialmente conocida
sopa que es muy típica en los restaurantes del puerto y la torta
rellena de pulpo en salsa de tomate.
En
verano, todos los pueblos que rodean la Laguna de Thau comparten una
misma pasión : Las Justas Acuáticas de origen de las Cruzadas.
Han
pasado 500 años desde que los soldados que esperaban en los puertos
del Mediterráneo para embarcar e ir a conquistar Jerusalén, mataban
el tiempo simulando combates desde sus barcas.
Hoy
en día es una tradición y curioso combate con largas lanzas en el
que participan desde niños de 7 años hasta los 70 con el sonido de
un tambor y un clarinete como único ritmo que ambienta esta disputa
para convertirse en el mejor luchador.
Si
visitas esta región en pleno verano te garantizo la diversión.
www.chikvacaciones.com
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