sábado, 28 de junio de 2014

Languedoc, La Laguna de Thau, el “Jardín del Mar”

En el sur de Francia, la región de Languedoc, mezcla la naturaleza, la historia y el azul del mar con sabor Mediterráneo.


La definen como “un anfiteatro que mira al mar” porque tiene un enclave privilegiado de grandes contrastes. Está está rodeada por el río Ródano, los Pirineos, la Provenza y extensas playas de arena.



La comprenden cinco departamentos y algunos de los monumentos más importantes de Languedoc pertenecen al Patrimonio Universal de la Unesco, como la ciudadela de Carcassonne (ciudad medieval) y el Pont du Gard, (acueducto romano).





Colliure, pueblo costero y célebre desde la época de los Reyes de Mallorca, fue inmortalizado por grandes pintores que como a Matisse, atrajo por su luz y el colorido de sus casas. En este pueblo falleció y está enterrado Antonio Machado.


La gastronomía de esta región se basa sobretodo, en el buen pescado y sus pueblos medievales, castillos, playas y abadías en las que podrás beber un buen vino son un reclamo turístico junto a su enclave más notable 


“La Laguna de Thau” y el considerarse la región donde nació el champagne.


Las tierras que rodean la Laguna de Thau producen vinos especiales con un sabor dulce para tomarlo de aperitivo. En Marsellan, producen un vermú mundialmente famoso el Noilly Prat, de obligada referencia para los amantes de esta bebida.




La llaman el “Jardín del Mar”, porque en sus aguas se ha desarrollado un ecosistema original y muy productivo. Ochocientos criadores de ostras, en septiembre, pescan las doradas reales que vienen a desovar a estas aguas cálidas y si realizas una excursión por la Laguna, verás a los a los caballitos de mar.

A lo largo de la costa hay decenas de lagunas conectadas con el mar donde se han convertido en salinas naturales o pantanos, perfectos enclaves para las aves como el flamingo rosado.










Desde Loupian, Villa Galo-Romana famosa por sus mosaicos tendrás unas vistas panorámicas hacia la Laguna que son espectaculares, aunque el corazón del Languedoc y su ciudad más importante es Sète, que está situada en una estrecha franja de tierra entre la laguna y el mar con casas de vivos colores.


El Teatro del Mar, es el más veraniego de Sète. Es abierto y con vistas al Mediterráneo. Durante todo el verano se ofrecen conciertos de jazz y de música típica francesa.


En el canal que cruza todo el pueblo, los barcos de pesca de altamar atracan cerca el mercado donde venden sus capturas.

Puedes probar su famosa bouillabaisse, la sabrosa y mundialmente conocida sopa que es muy típica en los restaurantes del puerto y la torta rellena de pulpo en salsa de tomate.



En verano, todos los pueblos que rodean la Laguna de Thau comparten una misma pasión : Las Justas Acuáticas de origen de las Cruzadas.


Han pasado 500 años desde que los soldados que esperaban en los puertos del Mediterráneo para embarcar e ir a conquistar Jerusalén, mataban el tiempo simulando combates desde sus barcas.

Hoy en día es una tradición y curioso combate con largas lanzas en el que participan desde niños de 7 años hasta los 70 con el sonido de un tambor y un clarinete como único ritmo que ambienta esta disputa para convertirse en el mejor luchador.




Si visitas esta región en pleno verano te garantizo la diversión.









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