viernes, 20 de junio de 2014

Verona monumental y romántica


Esta ciudad tan llena de vida ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por el valor de sus edificios históricos, monumentos medievales y renacentistas y por representar una fortaleza militar.



Verona se construyó en un pronunciado meandro del río Adigio. Es coqueta y cómoda para pasear por sus calles que te impregnan de su historia.

La primera vez que fui a esta pequeña ciudad que se encuentra de camino de Milán a Venecia me cautivó.


Nada más bajarme del tren sentí la atracción que muchos tienen de querer llegar a esa casa donde vivió Julieta, pasear por sus calles y plazas, sentir la historia pasada al estar cerca de sus edificios antiguos y monumentos que desprenden ese halo de vida pasada.



Dos cosas la han hecho famosa en el mundo entero:
la leyenda de Romeo y Julieta, por la que organizan cada año el festival más romántico del mundo “Verona in love” que dura tres días en el mes de febrero y en los que la ciudad se llena de corazones, guirnaldas, espectáculos en las calles e incluso los restaurantes ofrecen menús especiales para enamorados...

y otro de sus atractivos mundiales es la ópera.



Me sorprendió ver que cerca de la estación llegaba a una plaza grande, La Plaza Bra, punto de unión entre la ciudad antigua y la moderna y el lugar de paseo favorito de los veroneses y en la que un anfiteatro la presidía.


Estaba ante el emblemático coliseo La Arena de Verona,(siglo I), que en tiempos era uno de los más importantes del Imperio Romano y en los meses de verano celebran el Festival Lírico al que acuden miles de personas.
Desde lo más alto de las gradas tienes unas vistas espectaculares e incluso puedes ver los Alpes.





Otra plaza concurrida de paseantes, tranquilos cafés, osterías y enotecas es la Plaza del´Erbe, la plaza de las Hierbas, que es el corazón de Verona en tiempos del Imperio Romano y donde se ubicaba el foro.














Esta encantadora plaza está rodeada de edificios antiguos, como el Palacio Comune, la fuente con la estatua de la Madonna Verona, la Tribuna, fachadas pintadas de frescos que recuerdan tiempos pasados, la Torre del Lambertí y la gran columna de mármol blanco, que en la parte alta la preside el león de San Marcos, símbolo de Venecia.



Terrazas ambientadas, tiendas de hierbas, artesanías, recuerdos y un mercado de frutas en el que también encontrarás de todo.




Y como me puede lo romántico...

Seguí paseando por sus calles y fácilmente llegué a mi destino” la casa de Julieta”, porque aunque no lleves un mapa de la ciudad los carteles te muestran bien el camino.

La entrada tiene una verja de hierro, ahora adornado de candados del amor, que cierran por la noche y da acceso a un pequeño túnel que se abre a un patio lleno de luz presidido por el famoso balcón desde donde se asomaba para ver a su amado Romeo y una estatua de bronce que representa a Julieta. Si tocas uno de sus senos te dará suerte.

Las paredes del muro de entrada esta lleno de firmas, nombres, corazones y pequeños agujeros donde podrás depositar tu carta de amor que más tarde, las “secretarias” de Julieta, se encargarán de recogerla y contestarla... parece de película, pero es cierto.


Ya se que es una leyenda pero los veroneses son tan inteligentes que han creado todo un recorrido recreando la vida y el drama de los Capuletos y los Montescos que atrae a miles turistas durante todas las épocas del año con la esperanza de tener suerte en el amor.

Yo repetí.


www.chikvacaciones.com














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