Luang Prabang es el principal centro religioso,
espiritual y turístico de este pequeño país.
Lo notarás en sus calles principales de Thanon Photihisalat
y Thanon Xieng Thong en las que verás templos y monasterios antiquísimos y de
arquitectura cuidada, que están
considerados como los más bellos del sureste asiático y todavía están en uso.
Al pasear verás a las etnias
de las montañas y monjes de túnicas naranjas.
Tiene una ubicación única en la confluencia del río
Mekong con uno de sus afluentes, el Nam Khan. Rodeado de montañas y vegetación
exuberante.
Existe un puente de bambú que cruza el río Nam Khan
hacia el otro lado de la ciudad. Por él pasan los monjes al atardecer.
En la ciudad se encuentra una pequeña muralla que
marca el límite de la antigua ciudad, la real capital de Laos.
Tienes
que madrugar y levantarte cuando lo hace la ciudad y poder asistir a la ofrenda
de limosnas. Los monjes recorren las calles en perfectas filas y absoluto
silencio para recibir las limosnas (de comida: arroz, dulces…) de los
habitantes.
La
actividad de la vida de esta ciudad está en su mercado de Muang Luang.
Los pequeños puestos de los vendedores de este
mercado Talaat Dala, se extienden por las calles de arquitectura colonial
francesa sencilla. Por la noche visita el mercado nocturno lleno de vida y
colores.
En estas calles, mujeres, hombres y niños compran y
venden de todo lo imaginable: frutas, verduras, carne, grillos, pesado,
gusanos, ranas, serpientes, ardillas y muchas curiosidades más.
Te invito a que pruebes los gusanos fritos que
mezclan con arroz porque están riquísimos.
Cuando te alejas del gentío del mercado, vuelves a
recibir la tranquilidad de la ciudad.
Visita alguno de sus más de 50 templos budistas. Te
aconsejo el Wat Xieng Thong y el Wat Wisunalat.
El Wat Xieng Thong de arquitectura budista es el más
interesante con fachadas doradas, murales de colores y mosaicos de cristales.
Es considerado uno de los más hermosos de todo el continente de Asia.
El Palacio
del Rey y el sepulcro de That Luang, son los edificios más interesantes y
emblemáticos de Laos.
El salón del trono es absolutamente
espectacular, con sus rojas paredes
cubiertas desde el suelo hasta el techo con cristales de colores, dando forma a
vegetales, figuras humanas y animales representando escenas de la vida
cotidiana.
Curiosamente, más que ostentoso el resultado es cálido y acogedor.
En contraste, las habitaciones y el resto de dependencias de la familia real
son de una sencillez monacal. Se dice que todo está tal cual lo dejaron cuando
se vieron obligados a huir.
La actividad cotidiana de los habitantes de Luang
gira en torno a los templos o wats, en ellos se reúnen los habitantes de un
determinado barrio y junto a ellos se encuentran las escuelas donde se acude a
orar, a ofrendar y en ellos viven los monjes, personajes respetados y
omnipresentes de toda la geografía del país.
Navega por el Mekong y visita las cuevas de Pak Ou. Son
conocidas como “Las Cuevas de los Mil Budas”. Encontrarás más de 1000
estatuillas de Buda que han sido veneradas durante siglos, los fieles acuden a
ellas en peregrinación.
También puedes admirar las cascadas de Kuang. El agua
es de color azul cielo que te sorprenderá. Tiene diferentes balsas donde podrás
bañarte o tirarte desde una liana.
Si quieres puedes subir el monte hasta
llegar a lo más alto de la cascada. Es espectacular.
El río Mekong, conocido como “La Madre de las Aguas”
da vida a estas tierras de la antigua Indochina francesa, al igual que el
budismo.
Por todo Laos encontraras etnias y tesoros que te
asombrarán. Sorpresas, maravillas y tranquilidad.
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