jueves, 19 de noviembre de 2015

SAN MARINO, el país más pequeño del mundo.



Al norte de Italia y rodeada por los montes Apeninos se encuentra el país más pequeño del mundo.



Rodeado de tierras italianas y a unos 10kms del Mar Adriático está la República de San Marino.


Parece increíble que en un país tan pequeño haya tanto contenido cultural, monumentos antiguos, salpicado de buenos restaurantes y de buen vino y numerosos museos.


El que más me llama la atención es el Museo de las Curiosidades. Si te consideras “curioso” éste es un buen lugar para descubrir cosas inimaginables.




Llaman la atención unos zancos venecianos del s. XVI, con una altura de medio metro. Parecen traídos a nuestro siglo, pero la época eran usados para evitar mojar los vestidos en los periodos de inundaciones de Venecia. También hay trampas para pulgas, 
¿te imaginas como serán de pequeñas?

Lo que veas allí desborda la imaginación humana.


El Museo de Cera es muy popular porque aparte de tener numerosas figuras famosas de Italia y del mundo entero, recrean varias escenas históricas con música de fondo y en donde forman parte un centenar de personajes que nos hacen vivir sus historias.




Las calles de San Marino son empedradas y están llenas de historia y leyendas.


Cuentan que la ciudad fue fundada por un albañil Cristiano de Dalmatia llamado Marius que huía de Diocleciano y se refugió en el Monte Titano, de piedra caliza, en la que fundó un pequeño monasterio que servía como guardia de la ciudad.


La montaña tiene tres picos y en cada uno de ellos hay una torre, Rocca o Guaita está rodeada de murallas y convertida en símbolo de la paz; Cesta es la más alta y en su interior se encuentra el Museo de las Armas Antiguas y Montale, de planta pentagonal, contiene un calabozo impactante.


Son las famosas y conocidas Torres de San Marino o de los Tres Castillos, nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.





El pequeño ejército de San marino, “Guardia de la Roca y el Cuerpo de Arqueros”, organizan espectáculos para los visitantes.



La Plaza de la Libertad es una plaza mágica y el corazón de los habitantes de San Marino. La armonía de sus palacios y monumentos rodeados por un paisaje lleno de color la transforman en un bello cuadro.


Aquí se alza la Estatua de la Libertad al lado del Palacio delle Poste, el Palacio Público que su fachada está coronada por la torre del reloj con grandes arcos apuntados y todas las edificaciones medievales.


Otro de los monumentos de visita obligada es la iglesia de San Francisco que en su interior se conserva un crucifico de madero del s.XIV.

San Marino es un país que combina la historia, la cultura, aventura y el arte. Un pequeño país donde hay mucho que ver.



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